El pastor Mario Thorp va para arriba y para abajo por el pasillo central de su iglesia en Edison, Nueva Jersey, EEUU. Habla casi gritando, tratando de darle energía al sermón que está predicando en castellano. Su tema es el contraste entre el pecado y la gracia. Se detiene y extiende su largo brazo para darle un toquecito en el hombro a unos de los oyentes. Más adelante enfrenta a dos jovencitas y les habla directamente, cara a cara, volteándose sobre la banca frente a ellas. Les pregunta si son pecadoras y están relacionadas con el diablo, después de haber leído 1 Juan 3:8. Ellas dicen no estar seguras, mientras tratan de contener risitas nerviosas.
"Si practican el pecado, están de parte del diablo," les dice llanamente. Entonces su rostro serio se vuelve alegre al esbozar una amplia sonrisa y su tono cambia. Levanta su mano totalmente abierta y con un susurro amoroso, dice en inglés: "That’s what we’re talking about: grace" [Esto es de lo que estamos hablando: de la gracia].
Los miembros de la iglesia hispana adventista de Edison dicen que lo que les gusta del pastor Thorp es que es energético y apela a los jóvenes, especialmente cuando les hable en sus dos idiomas. Según ellos, los sábados la iglesia siempre está llena y está creciendo. Después del culto, el pastor Laz Rodríguez nos dice que cuando le pidió a los administradores de la Asociación de Nueva Jersey que le dieran el mejor pastor disponible, éstos le aseguraron que Thorp era el mejor.
Sólo cinco años antes, sin embargo, Thorp tuvo que dejar su iglesia en Costa Rica desechado y marcado por los administradores locales. Según él la razón por la cual trataron de esconderlo en otros campos de la Unión Centroamericana fue que en 1995 él fue testigo de que un alto administrador de la iglesia estaba siéndole infiel a su esposa.
"Desde el día que vi aquello fui un cordero conducido al matadero. Por todos los medios posibles trataron de echarme", dice Thorp. En el 2001 aceptó ser transferido a los Estados Unidos, pero por esos seis años, añade, "viví en el infierno".
Lo asombroso de esta historia no es que es una excepción, sino que es una entre muchas. Más de treinta pastores de experiencia han sido expulsados de Costa Rica por administradores abusivos en los últimos años. Muchos de ellos con la pérdida de años de servicio para el cómputo de su jubilación, según algunos de los pastores que ahora trabajan en los Estados Unidos. Muchos de los expatriados han hecho causa con los laicos en Costa Rica y están haciendo serias acusaciones de la conducta inmoral e ilegal por parte de los líderes en la División Interamericana y los oficiales de la iglesia en Costa Rica. Estas acusaciones han emponzoñado el ambiente eclesiástico por más de una década y sus repercusiones han alcanzado a los demás territorios de la División.
La situación en Costa Rica es muy complicada y, en la misma medida, confusa. El presidente de la División dice que los problemas son menores y en camino a ser resueltos. Los disconformes dicen que los recientes cambios administrativos fueron reacomodos de las vidrieras y no afectan a las causas de la corrupción que caracteriza a la administración adventista en el país. Lo que se sabe con certeza acerca de lo que ha transcurrido en Costa Rica en los últimos años sólo provoca interpretaciones polarizadas.
PRIMERAMENTE, lo que se sabe:
La Universidad Adventista Centroamericana en La Ceiba, Alajuela, Costa Rica, ha estado bajo censura desde el 2004. Tanto la Comisión Acreditadora Adventista como la Comisión Acreditadora del gobierno de Costa Rica ven mal lo que la universidad ha hecho con su programa de teología, el cual fue modificado sin la autorización del Departamento de Educación de la Conferencia General. Además, la Corte Suprema de Costa Rica ha declarado que la oficina del Seguro Social de la nación y la universidad deben inmediatamente hacer efectivo el pago de las cuotas de aportación a la caja del Seguro Social de uno de los profesores, cuyas cuotas no fueron depositadas correctamente por doce años.
Los periódicos de Costa Rica le han dado amplia publicidad a varias irregularidades en la universidad, incluyendo informes gubernamentales de investigaciones acerca de las denuncias, hechas por estudiantes, de que la universidad daba falsa información acerca de la preparación profesional de la facultad. Algunas iglesias en Costa Rica estaban tan frustradas con la situación imperante que buscaron la forma de ser incorporadas a asociaciones en los Estado Unidos, y establecieron una página Internet para llamar la atención de los miembros de la iglesia mundial "a los procedimientos irregulares que nuestra iglesia ha estado sufriendo".
Costa Rica cuenta con una población de un poco más de cuatro millones de habitantes, comparable a la del estado de Kentucky en los Estados Unidos. En el presente hay 161 iglesias con 46,181 miembros. La misión de Costa Rica fue organizada en 1927, el mismo año en que se fundó la Universidad Adventista Centroamericana. Sin embargo, no fue hasta el 2006 que se le concedió status de asociación a una tercera parte de la membresía.
La promoción de una misión a asociación ha sido uno de los eventos más significativos en un año lleno de grandes tumultos. El año 2006, que trajo consigo una decisión en contra de la iglesia por parte de la Corte Suprema, una reunión de representantes de la Conferencia General con oficiales de la División Interamericana acerca del status de la universidad y la renuncia forzada del presidente de la Unión Centroamericana, comenzó con una reunión especial de delegados y pastores de toda Costa Rica a fines de enero. Israel Leito, el presidente de la División Interamericana, dice que convocó esa reunión a raíz de una carta en la que varios pastores de Costa Rica expresaban sus preocupaciones y enumeraban varios problemas.
Al igual que todas las demás acciones de Leito y los presentes administradores, esta reunión especial de delegados provocó serias críticas. Muchos argumentan que la mayoría de los delegados fueron elegidos privadamente por su lealtad a la administración actual. Con todo, el resultado de esa reunión fue que el Comité Ejecutivo de la División aprobó la promoción de la Misión Central Sur de Costa Rica a nivel de asociación, algo que los detractores de Leito habían estado reclamando por mucho tiempo.
"Permítame expresarlo de esta manera", dice Leito. "Tenemos criterios muy estrictos que rigen la formación de una asociación: debe estar creciendo a paso seguro, debe estar estable {financieramente—sugerencia del traductor) y debe ser suficientemente madura para manejar los negocios de la iglesia".
No fue en enero del 2006 que los costarricenses por primera vez pidieron que sus territorios se convirtieran en una asociación. En una reunión oficial que tuvo lugar en 1998, cuando toda Costa Rica era una sola misión, los delegados votaron la promoción a asociación. En vez de dar su aprobación, los dirigentes de la iglesia dividieron el territorio nacional en tres misiones.
Leito dice que el crecimiento explosivo de la iglesia requería la división del territorio, lo cual es ahora usual en toda la División. Esta práctica crea más administradores que pueden atender las necesidades de los miembros. Pero también deja a los miembros desprovistos de poder puesto que los oficiales de las misiones son nombrados en vez de ser elegidos.
Según el Yearbook más reciente, las actuales misiones de Costa Rica tienen entre once y diecinueve mil miembros, números que comparan favorablemente con muchas asociaciones en los Estados Unidos. Si Costa Rica fuera organizada en una sola asociación todavía tendría menos miembros que las asociaciones más grandes de los Estados Unidos.
Los delegados de la reunión especial celebrada en enero siguen pidiendo a la Unión Centroamericana que gestione la incorporación de los tres campos de Costa Rica en una sola asociación. Mientras tanto los dirigentes consideran la posibilidad de convertir las dos misiones restantes del territorio costarricense en asociaciones. Según Leito, esto pudiera actualizarse en la Misión del Caribe de Costa Rica en el 2007. Pero no va a suceder, dice él, antes de que estén listos y de que la promoción sea para beneficio de la iglesia.
Como es sabido, como con todo lo que sucede en el ambiente eclesiástico adventista en Costa Rica, esta es una interpretación. Hay otra.
Werner Richards se crió, estudió y fue ordenado pastor en Costa Rica. Al presente es pastor de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Corona, en Queens, Ciudad de Nueva York. Un día en mayo del 2006 estaba sentado en el salón de consultas de las oficinas de la Asociación del Noreste (de los Estados Unidos). A su izquierda estaba su esposa, Norka Blackman-Richards, profesora adjunta de literatura en Queens College de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, a quien conoció cuando ambos estudiaban en la Universidad Adventista Centroamericana. A su derecha estaba Anthony Usher, otro pastor costarricense que ahora es pastor titular de la Iglesia Adventista Confraternidad Cristiana en Brooklyn, Ciudad de Nueva York. Al otro lado de la mesa estaban Mario Thorp y otros dos veteranos de la obra en Costa Rica, el pastor Ricardo Marín y Eunice Senior-Baker, la esposa del presidente de la Asociación del Noreste.
Los presentes no eran personas sin credenciales, pero su interpretación de la situación en Costa Rica es muy diferente a la de Leito. Un viernes por la mañana me dieron su tiempo para dialogar acerca de los problemas de Costa Rica, que ellos describen como surrealistas y capaces de socavar los fundamentos de la iglesia adventista.
Todos ellos concuerdan de que en la administración local y en la Unión Centroamericana hay un grupo clave que manipula las pólizas de la iglesia y las usa para amasar fortunas personales e inflar artificialmente el número de los bautismos. Cada uno de ellos tiene testimonios personales de cómo administradores tratan de intimidar a los pastores, retienen los fondos de su Seguro Social u otros beneficios de jubilación, promueven la falsificación de certificados bautismales y eventualmente los echan de sus trabajos.
"[La corrupción] ya no es algo que sucede de vez en cuando para sacarle ventajas al sistema. Se ha convertido en la norma", dice Richards. "La razón de la desmesurada combatividad contra los obreros [en Costa Rica] es que el sistema que se ha impuesto es uno que requiere completa lealtad a los oficiales eclesiásticos." Richards dice que en las reuniones de obreros cualquier objeción por parte de los pastores está fuera de lugar. "Uno estaba sentado allí, viendo las injusticias, y si decía algo ponía en peligro su puesto. Ese es el tipo de lealtad que los administradores demandan".
Las acusaciones en contra de los dirigentes de la iglesia emanan principalmente de dos grupos con reconocidas credenciales. Los obreros que han salido de Costa Rica, como los que se reunieron conmigo en Nueva York, y una organización de laicos en Costa Rica. Este grupo ha establecido una página Internet (
www.concerned-adv-members.org), en la cual se acusa a los líderes de la iglesia en Costa Rica de violaciones de las pólizas de la iglesia, falta de ética y violaciones de las leyes del país. En este sitio no se informa quien lo apoya financieramente y lo controla. Mi pedido de tal información no ha sido contestado.
Un ex profesor de la Universidad Adventista Centroamericana, Daniel Scarone, dice que delegados de unas cuarenta iglesias formaron el grupo que se conoce como el Comité Nacional para Recobrar la Iglesia en Costa Rica en diciembre del 2004. Su primordial objetivo en aquel momento fue el de despertar interés en la situación por la que estaba pasando la iglesia adventista costarricense antes de que se llevaran a cabo las sesiones de la Conferencia General del 2005 en Saint Louis. Con la publicación de testimonios personales de obreros que se identifican o que permanecen anónimos, y de correspondencia entre oficiales de la iglesia y reportajes en los periódicos, en esta página se dan detalles de los problemas que plagan a la Universidad Adventista Centroamericana y a los obreros adventistas del país.
Los links originales están inactivos (¡¡¡no nos sorprende!!!):
http://www.costarricense.cr/pagina/CARLOS_VILLEGASA/index.html
http://www.spectrummagazine.org/cafehispano/features/060824puko1.html
http://www.spectrummagazine.org/cafehispano/features/060824puko2.html
www.concerned-adv-members.org
El artículo está disponible en
http://forocristiano.iglesia.net